La gastroenteritis es una inflamación del estómago y los intestinos, generalmente debida a una infección por virus, bacterias o, más raramente, por un parásito intestinal. También pueden causar gastroenteritis, aunque con menor frecuencia, la ingesta de alimentos en mal estado o algunas infecciones no digestivas (como infecciones de orina u otitis).
El síntoma más característico es la diarrea, es decir, la eliminación de heces más blandas y con una frecuencia de deposiciones mayor a 3 veces en un día. Otros síntomas comunes son los vómitos, la fiebre o los retortijones.
La gastroenteritis es muy frecuente en la infancia, y, en niños sanos, suele curarse en pocos días sin necesidad de tomar medicamentos. Aun así, es recomendable adoptar algunas medidas para facilitar la recuperación:
- Asegúrate de que el niño beba abundantes líquidos, en pequeñas cantidades, de manera continua, pero sin forzar, para evitar la deshidratación. Puedes darle simplemente agua, o bien limonada, agua de arroz o de zanahoria, o infusiones (manzanilla o menta).
- Cuando la diarrea es abundante, especialmente en niños pequeños, es recomendable que beban soluciones de rehidratación oral, que facilitan la absorción del agua y las sales minerales necesarias. Puedes encontrar estas soluciones en la farmacia.
- Si el niño vomita, espera 1 hora antes de hacerle tomar nada y empieza con pequeños sorbos o 1 cucharada de agua azucarada cada 10 minutos. Ves aumentando la frecuencia y la cantidad si hay buena tolerancia.
- Si el niño no vomita y tiene hambre, puedes darle una dieta prácticamente normal. Una dieta astringente (patata, arroz, zanahoria, plátano, etc.) durante unos días puede ayudar a disminuir el número de deposiciones.
- Si amamantas a tu bebé, debes seguir haciéndolo, y si le das biberón puedes seguir usando la fórmula habitual, ofreciéndole entre las tomas suero de rehidratación, a menos que el pediatra te recomiende alguna fórmula especial.
¿Cuándo debes consultar al pediatra?
Aunque la mayoría de las gastroenteritis se curan sin complicaciones, hay algunas situaciones en las que es aconsejable consultar al pediatra:
- Cuando hay signos de deshidratación: si el niño tiene los labios y la boca secos, lleva muchas horas sin orinar, tiene los ojos hundidos o está apático.
- Si no mejoran los vómitos, y vomita repetidamente, incluso al beber pequeñas cantidades de suero de rehidratación.
- Cuando hay presencia de sangre en las heces.
- Si el niño tiene fiebre alta (mayor de 38,5°C).
- Si no tiene fiebre, ni vómitos, ni presenta sangre en las heces, pero la diarrea no mejora después de 3 días con una dieta e hidratación correctas.
Fuentes: Asociación Española de Pediatría (https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/gastroenteritis), Guía Práctica de Salud SemFyC.